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Génova, 1298. El autor Rustichello da Pisa compartió su celda con un capitán veneciano que habló de mil y una fabulosa tierras. Como escritor, Rustichello no podía permanecer indiferente a los fragmentos de fabulosas historias contadas por su nuevo amigo. Se las arregló para convencerlo de que contara su historia de vida. Y así es como Marco Polo, de 25 años de viaje, comenzó a contar sus aventuras. Desde su prisión de Génova, el explorador veneciano recuerda sus viajes: Venecia, Acre, Jerusalén, Armenia, el Himalaya, todo el camino al Palacio de Great Ku
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