No entres en pánico
Amanecer. Crepúsculo de la Tierra. El mundo está acabando. Aromas agrios de calles abrasadas por el sol llenan el aire. Cadáveres ennegrecidos, retorcidos en formas de agonía, recorren las calles. Asomarse afuera basta para quemar los ojos de sus órbitas. El único refugio está en la noche.
Pero la noche pertenece a los Visitantes.