Las guerras ya no se luchan en el Viejo Mundo ya que la población decidió resolver sus diferencias a través de un deporte dedicado a la Nuffle de Dios: Blood Bowl. Sin embargo, se derrama la misma sangre en este deporte como en los campos de batalla que reemplazó. ¡El asesinato, la mutilación, el engaño, la corrupción, la brujería e incluso la intervención divina son un juego justo en el campo, para el deleite de cada fanático rabioso!